Una ciudad que se hace echar de menos: Kars

Kars, ciudad por la que he querido pasar tres veces en los últimos años, es realmente impresionante por su rica cultura, arquitectura, lugares de sabores interesantes, estación de esquí en Sarikamis, maravillosas ruinas de Ani, la ciudadela y el histórico hotel Cheltikov.​

Para la nochevieja de este añosoñaba con ir a un sitio diferente en Turquía para desahogarme y relajarme un poco. Aunque fue un año difícil, 2013 ha sido también un año especial para mí. He conseguido realizar varios cambios radicales y he empezado a dirigir mi vida hacia la dirección que deseo. Más tarde lo escribiré con detalle. Mientras este duro año se finalizaba, me puse a pensar en qué sitio tranquilo de Turquía podría hacer deporte y relajarme, y se me ocurrió ir a Sarikamis, Kars. Planeé el viaje, reservé el vuelo y el hotel. Así inicié mi primer viaje a Kars el sábado, 28 de diciembre de 2013.

 

La foto que saqué nada más aterrizar en Kars.​

 

El aeropuerto de Kars

 

Os puedo resumir un poco la información sobre la ciudad de Kars que encontré en Wikipedia. Kars, capital de provincia más alta situada en el noreste de Turquía, es una de las ciudades que, con los pueblos que la rodean, alcanza más de 100 mil habitantes, tiene 23 distritos y 70 pueblos. Cuenta con una estructura cosmopolita enriquecida por una variedad de culturas gracias a las distintas etnias que viven en el centro de la provincia. Kars es una ciudad fronteriza que sirvió como capital al Reino Bagratid y al Gobierno Interno Nacional del Cáucaso Suroccidental (República Suroccidental del Cáucaso). Con esta peculiaridad es de las pocas ciudades en Turquía que han sido capitales de algún país. Con la inauguración de la Universidad del Cáucaso (Kafkas Üniversitesi), esta ciudad situada como la puerta de Turquía hacia el Cáucaso se ha desarrollado rápidamente y con el tiempo se ha convertido en una ciudad de estudiantes. Además gracias al aeropuerto, que está a seis kilómetros del centro de la ciudad, se encuentra en el punto de confluencia de la red de transporte en la región. Después de aterrizar en el aeropuerto nuevo, moderno y con un buen diseño, le pedí al conductor que vino a recibirnos del hotel de Sarikamis que nos llevara a un buen restaurante local para el almuerzo. Me alegro de haberlo hecho. Nos llevo al restaurante “Kaz Evi” (Casa del ganso). En el camino nos contó que en Kars se consume bastante la carne de ganso y que éste es el mejor restaurante para esta delicia. Después de pedir la comida se formó esta escena en nuestra mesa:

 

 

En la mesa tenemos carne de ganso, manti sin carne, arroz y encurtidos.​

 

Mientras comíamos gustosamente y nos sorprendíamos al ser testigos de que recibían pedidos por teléfono desde diferentes ciudades de toda Turquía, la propietaria del restaurante, Nuran, se acercó a nuestra mesa. Primero empezó a charlar con nosotros de pie y luego al alargarse la charla se sentó con nosotros. Vaya charla. Cuanto más hablaba Nuran, más me sorprendía y cada vez entrábamos en temas más profundos. Hablamos de la historia de Kars, de la importancia de la carne de ganso en la cultura de Kars, incluso de cómo establecer el concepto de la sostenibilidad en el negocio de restaurantes. Es una persona con una inteligencia y energía increíble. En realidad, aunque comparte la misma situación que muchas mujeres turcas, ella cambió su destino gracias a su inteligencia y ambición. Superó la dificultad de ser una mujer soltera con hijos en Kars, quizás por su determinación hacia la vida. Nuran después de casarse joven y tener hijos, no se rindió ante las dificultades a las que se enfrentó en casa y con su espíritu emprendedor decidió crear su propia empresa. Probó diferentes trabajos para lograr su subsistencia. Por ejemplo, tenía tanto éxito en tejer jerséis artesanales que empezó a realizar envíos de jerséis a diferentes lugares de Anatolia.

Lamentablemente, debido al avance tecnológico y el desarrollo en el sector de textil dejó de recibir encargos y se puso a buscar otro trabajo. Después de un periodo de investigación y reflexión decidió enfocarse en una de las cosas que mejor se le daba. Nuran que era conocida entre sus vecinas por lo buena cocinera que era, al final decidió abrir su propio restaurante. Al recibir mucha demanda abrió su segundo restaurante que gestiona su hija. Podéis llegar a la información detallada sobre el restaurante en la página web:  http://www.karskazevi.com/Default.aspx En una ciudad como Kars, que es de los ejemplos extremos de la sociedad patriarcal y además en una cultura en la que se considera normal dejar en la ignorancia a las mujeres, es digno de respeto en todos los sentidos, el hecho de que haya salido adelante de tal manera que reluzca de esta forma y que se entregue a superarse continuamente. En mi opinión Nuran ha roto todos los tópicos en el lugar donde vive y se ha convertido en un ejemplo para las mujeres turcas que se encuentran en situaciones similares en Anatolia. Ha contribuido de manera significativa, demostrando a la cultura y al turismo de Kars que se puede abrir un restaurante de ganso y llegar al éxito. Le felicito y deseo que continúe con sus triunfos.

 

La foto que nos hicimos con Nuran​

 

Mientras hablaba con Nuran me pasó algo que me hizo volver a pensar lo pequeño que es el mundo. Vi entrar al restaurante a Macit y Baris, unos amigos que conozco de la casa de verano en Arsuz, Iskenderun y del complejo vacacional Letoonia en Fethiye, es decir desde la infancia. Nosotros fuimos para esquiar y al parecer nuestro Macit de Hatay que es cardiocirujano se encontraba en Kars porque trabaja en la Universidad del Cáucaso cumpliendo con el servicio obligatorio para médicos. Baris le estaba visitando por nochevieja. Sinceramente, me alegró mucho ver a buenos amigos tan lejos de Estambul, en Kars. Después de una breve conversación, decidimos hacer un plan común. Así, empezamos a pasar un tiempo agradable con nuestra pandilla de Hatay que habían venido a visitarle a Macit. Tras esquiar, comer y charlar pensamos que estaría bien pasar la nochevieja también todos juntos. Reservamos una mesa para 8 personas en el Hotel Cheltikov para el 31 de diciembre. El Hotel Cheltikov se construyó por los rusos en su tiempo. Más tarde este maravilloso edificio de piedra se convirtió en hotel. (pueden acceder a la página web a través de este enlace:http://hotelcheltikov.com/) Disfrutamos de nuestra cena de nochevieja en este hotel boutique cuando afuera el termómetro marcaba los -20º centígrados.

 

La foto que hice al Hotel Cheltikov desde afuera en nochevieja.​

 

Papa Noel de Kars y yo.​

 

Mi segundo viaje a Kars fue el tercer fin de semana de enero. Como el vuelo del viernes llegó tarde por la noche, en lugar de ir a Sarikamis decidí quedarme en el Hotel Cheltikov ya que tenía curiosidad por conocerlo. ¿Que cómo son las habitaciones? Con techos altos y una comodidad que superó mis expectativas… La primera noche fuimos al famoso restaurante Ocakbasi que está en Ataturk Caddesi. Su nombre completo es Kaygisiz Ocakbasi Restorani. Su página web eswww.kaygisizocakbasi.com. Además de los deliciosos kebabs, puedo decir que también me gusto mucho el döner sazonado.

 

El döner en el restaurante ocakbasi

 

Al día siguiente fuimos a Sarikamis a esquiar. En el tercer viaje que realicé el primer fin de semana de marzo, fuimos a las ruinas de Ani nada más bajar del avión. Mi próximo escrito será sobre este histórico e impresionante lugar. Otra memoria que dejó este viaje en mí fue la visita a la ciudadela de Kars que hicimos el domingo. Hacía frío y las carreteras estaban heladas. En la cuesta por la que se subía a la ciudadela, un coche con matrícula de Adana estaba bloqueando la carretera porque no había conseguido subir la cuesta. Al final, después de nuestras advertencias, decidió dar la vuelta y abandonar de la carretera helada. Nosotros también giramos hacia el aeropuerto para no llegar tarde. No pudimos subir hasta la cima de la ciudadela pero se podía apreciar el esplendor desde el punto que nos encontrábamos.

 

Imagen de la ciudadela de Kars.​

 

Foto que saqué en la parte inferior de la ciudadela.​

 

Imagen desde la carretera de la Iglesia de los Doce Apóstoles y la Mezquita Kumbet.​

 

Comparto la información que aparece en Wikipedia sobre la ciudadela de Kars: se conoce también como el Castillo de Kars, Castillo Central de Kars, Torreón de Kars o la Ciudadela. Fue construida en 1153 por Firuz Akay, visir de esa época con la orden del Sultan saltukid, Melik Izzedin que dependía de los Selyúcidas. La construcción de las murallas del castillo exterior comenzó en el siglo XII. El castillo fue derrumbado por Tamerlán en 1386 y reconstruido por Lale Mustafa Pasa con la orden del Sultan otomano Murat III en 1579. Al pasar por el centro de la ciudad camino hacia el aeropuerto pensé lo mucho que ensuciaban la ciudad las banderas, banderines y pancartas colgadas por campañas electorales y también que suponía un desgaste de recursos todo aquel material que se tiraría al finalizar las elecciones. Este año en la ciudad de Gaziantep todos los candidatos a la Alcaldía decidieron no colgar estos anuncios para no ensuciar la ciudad. Gracias a esta magnífica iniciativa consiguieron mantener limpia la ciudad y además no gastaron recursos. Felicito a mis compatriotas de Gaziantep por esta decisión y deseo que lo adapten otras ciudades como Kars.

 

Imagen de las calles de Kars.

 

En el viaje hacia el aeropuerto hablamos con Macit sobre la fecha de apertura de la próxima temporada de esquí y de ir a pescar al Lago congelado de Cildir para luego disfrutar comiendo lo que  pesquemos. Entré en el aeropuerto restaurado y totalmente renovado. Me subí al avión de Estambul pensando lo mucho que iba a echar de menos a Kars.

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